22/1/2018

LA SEGURIDAD NO ES UN TEMA DE JUEGO

El CEO, David Taylor, comparte su perspectiva sobre los esfuerzos de P&G por mantener la seguridad de las personas e impulsar las buenas decisiones por parte de los adolescentes y jóvenes adultos.

Al igual que los padres de todo el mundo, puedo argumentar que mis hijos son los mejores. Y, al igual que los padres de todo el mundo, más allá de garantizar su seguridad, una de mis mayores responsabilidades es prepararlos para ser adultos responsables.

A medida que mis hijos se convirtieron en adolescentes, de forma natural buscaron una mayor libertad en sus vidas para hacer cosas como conducir, salir con amigos y quedarse fuera hasta tarde. Mi labor de garantizar su seguridad se convirtió más en enseñarles lo que significa tener un comportamiento responsable para que pudieran tomar buenas decisiones por sí solos.

Como padre, ver ejemplos recientes de jóvenes que participan intencionadamente en retos autolesionantes como ingerir grandes cantidades de canela o el denominado «Tide Pods Challenge» es increíblemente preocupante. La alteración de la vida como consecuencia de un acto tal como buscar la fama en Internet, puede arruinar las esperanzas y los sueños de los jóvenes y, en última instancia, su salud.

Garantizar la seguridad de los usuarios de nuestros productos es una parte fundamental de todo lo que hacemos en P&G. No obstante, incluso los protocolos y los estándares más estrictos, así como las etiquetas y las advertencias no pueden impedir el abuso intencionado impulsado por un juicio deficiente y el deseo de popularidad.

Como CEO de P&G, les aseguro que estamos colaborando con nuestros socios para hacer lo que podamos para poner fin a esta peligrosa tendencia, incluida la garantía de que las redes sociales están retirando vídeos que glorifican este peligroso comportamiento, asociándonos con abogados y grupos del sector para ayudar a correr la voz de que este peligroso comportamiento no puede copiarse y publicar anuncios de servicios públicos diseñado para alcanzar adolescentes y jóvenes adultos, además de otras medidas que hemos adoptado.

También les pido su ayuda.

Parémonos a hablar con los jóvenes de nuestras vidas y dejémonos que sepan la importancia de su vida y su salud, más allá de los clics, las visualizaciones y los «Me gusta». Ayúdenles a comprender que se trata de algo serio, que no es un juego.